Para los que hemos tenido la oportunidad de presenciar las, varias e innovadoras, puestas en escena de Raiz Teatro, no es sorprendente que sus temas se enfoquen en hacer reflexionar al espectador desde el balance entre la risa y la incomodidad. Sin embargo, en esta ocasión, la reflexión no esta enfocada solo a aquellas personas quienes, por algún motivo se identifiquen con el tema, sino que esta pensada, y con mucha razón, para todos los costarricenses.
En esta obra Raiz Teatro, junto con Café a Medias, nos presentan a tres maestros quienes tienen el deber de preparar el tema para un acto cívico de una escuela con población vulnerable y quienes, al tener distintas perspectivas y motivaciones, discuten por el mejor enfoquen para sus estudiantes. Mientras la discusión pasa por momentos de carcajada y llanto, también expone las realidades de partes importantes de la historia de Costa Rica, desde la independencia, hasta la Batalla de Rivas, con todo y héroe nacional incluído.
Esta revisión histórica, cruda e irónica (al mejor estilo tico), no solamente nos trae, a los más mayores, recuerdos de cuando asistíamos a estos eventos en nuestras escuelas y colegios. Sino que constantemente obliga al espectador a verse a sí mismo como participante de la idiosincrasia costarricense para encontrar esa parte que reconoce que no todo lo que brilla es oro, y tal vez no todo lo que nos han enseñado es verdadero en su totalidad.
Pero el tema no queda ahi. Ya sea que el público se identifique con el personaje idealista o con el que decide responder a todo con sarcasmo y “chota”, la obra también logra traer la realidad (igual de cruda e irónica) que muchos niños y niñas costarricenses viven en sus casas pero vista desde el lente de esos maestros que diariamente luchan por “quemar el mesón” de prejuicios y darles alegría y esperanza en el futuro.
Con “A Calzón Quita’o 3: con todo respeto”, Raiz Teatro y Café a Medias nos traen, de nuevo, una propuesta tabú para el costarricense y nos hace recordar las preguntas que todos los ticos nos hemos hecho en algun momento: ¿Somos realmente la feliz Suiza centroamericana que se dice? ¿Es correcto todo aquello que hemos aprendido sobre la historia de nuestra patria? Cada uno le dará la respuesta a esas preguntas, pero lo cierto es que, como lo dijo el gran Aldous Huxley: “Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia.”
Antonio Solera Navarro
Espectador y fan de Raíz Teatro