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Antes de que empezara la cuarentenacomo resultado de la pandemia, solía ir al teatrolos fines de semana. Para mí era esa oportunidad para disfrutarde una buena obra, aprenderde diversos temas, despejarmi mente de la cotidianidad propia de la semana, compartircon amigos y amigas, y relajarme.
Esa realidad cambió. Durante los primeros meses del proceso de cuarentena, la actividad teatral de mi país – Costa Rica – se detuvo totalmente. Y si bien posteriormente se flexibilizaron algunas medidas, seguía siendo complicado que las compañías de teatro pudiesen dar sus espectáculos al público desde las salas de teatro o espacios físicos.
Los horarios permitidos no eran convenientes, los costos de realizar la obra podían ser mayores a los ganancias (dadas las nuevas reglas de juego), la restricciónvehicularcomplicaba la circulación de las personas, y pues no se puede negar que muchas personas preferían no salir de casa para cuidar su saludy la de sus seres queridos (me incluyo).
Ante la situación anterior, ¿qué podían hacer nuestros artistasde teatro? Pues bien las opciones no eran muchas. Sin embargo, de forma maravillosa muchas compañías y grupos de teatro empezaron a reinventarse. Fue así como empezaron a utilizar medios virtualespara la transmisión de sus obras de teatro, como por ejemplo, transmisionesen vivo mediante Facebook Live.
Suena extraño: transmisión de obras de teatro. O al menos es extraño para mí que las disfrutaba de forma presencial en las salas de teatro. Y es que para mí, si bien ha sido increíble ver los resultados de las transmisionesen vivo y ser testigo del gran esfuerzo que están haciendo los artistas, no es lo mismo el teatro por redes sociales al teatro presencial en un espacio físico.
En lo personal, extrañoel contactocon los artistas, verles en vivo a unos cuantos metros de mi silla, la conexiónque se da entre los artistas y asistentes. Extraño también las escenografíasque recrean los espacios donde ocurren los actos, la iluminación, la musicalización, en fin toda la ambientación. Y también extraño ese espacio de mi semana donde el teatro era esa oportunidad para compartir con otras personas, aprender de temas diversos, reflexionar, reírme y cambiar la rutina.
No, no es lo mismo. El teatro virtual y el teatro en espacios físicos son diferentes, y espero que en un día no muy lejano podamos regresar a las salas de teatro, apoyar a nuestros artistas y continuar aplaudiéndolesdesde nuestras butacas.
Silvia Leal Acuña
Adm. de Empresas
Estudiante de Fotografía