Gana la más Chancha (por Alisa Shereshkova)

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Gana la más Chancha

Dramaturgia: Madeleine George. Traducción: María Laura Fernández

Dirección: Cristina Barboza Jiménez

Fecha: 9 de junio 2022, 19 hrs

Lugar: Teatro 1887

Agrupación: Raíz Teatro

Hora de inicio: 19:00hrs

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¿Qué plato pudiera describir el sabor que me dejó Gana la más Chancha?

Alisa Shereshkova

Actriz teatral

IG: @labruja_artista

Si pudiera pensar en todo el mundo de sensaciones y asociaciones que me evocó la obra, quizá nunca logre llegar a un término. Después de haber vivido la experiencia de permitirme permear por el universo construido por Raíz Teatro, mi forma de ver la obesidad y los trastornos alimenticios, de relacionarme con la comida per se, jamás volverá a ser la misma.

¿Por qué?

Para responder a esta pregunta me invito a plantearme una pregunta más: ¿qué es el acto de comer, devorar, consumir en sí? Es decir, todos los días consumimos energía desde distintas perspectivas, ya sea en forma de comida, de actividades que nos “llenan” o de emociones positivas y negativas. Todos los días consumimos y nos vaciamos, y a veces, algo sucede en nuestras vidas que nos hace caer en la cuenta de que con lo que hemos consumido, nos enfrentamos a un vacío.

El vacío emocional.

El agotamiento físico.

El burnout.

Tantas manifestaciones que cobra este fenómeno en nuestra sociedad. Y culturalmente, el consumo de alimentos ha sido y sigue siendo la forma más rápida de llenarnos. ¿Qué es lo que estamos devorando realmente?

La obra Gana la más chancha, me planteó un enfrentamiento con la reflexión sobre la sociedad que nos impone estándares de belleza sobre nuestros propios cuerpos sin plantearse la pregunta sobre la raíz del acto de consumir, sin ver a lxs seres humanxs en estos cuerpos. Así, nosotrxs, las personas vivientes nos volvemos un territorio de acción siendo víctimas de una manipulación de la sociedad capitalista.

Me provoca mucha tristeza el hecho, que actualmente a este tema no se le ha dado la luz suficiente para que los tabúes se vuelvan pasado y las incomodidades pasen a segundo plano frente al problema de la comercialización de nuestros cuerpos – es decir, de nosotrxs como seres humanxs que estamos hechxs “de carne y hueso”. No es así. Hay otros tipos de tejidos que el dicho no menciona.

¿De dónde salió tanta represión de los cuerpos, de nuestras identidades? ¿Por qué se mantiene? ¿Qué alimenta estos mitos? Y quizá, lo más importante: ¿qué puedo hacer yo como persona con mi propia voz, para ayudar a terminar con estas represiones de este nivel de profundidad respecto a la identidad de la persona?

El trabajo de Raíz Teatro con Gana las más chancha, es un proyecto que merece respeto total y admiración absoluta. Se lanzaron a proponer temáticas incómodas para problematizar las facetas más conflictivas de los trastornos alimenticios, la industria de la belleza y de la obesidad. Colocaron a las personas espectadoras frente al masoquismo y al sadismo, frente a problemas del vacío emocional y sentimientos de insuficiencia o de culpa por existir.

Rescato todo el trabajo de dirección con relación al rompimiento de la cuarta pared, las propuestas de vestuario y de luminotecnia; y también la actuación. Para la construcción del universo de la obra se implementaron muchas herramientas para trabajar en la incomodidad del enfrentamiento. Logré percibir una variedad de reacciones del público frente a los hechos escénicos relacionados con la convención construida sobre la intervención en el cuerpo humano.

El ritmo de las personas intérpretes, el trabajo corporal y vocal; y la escucha en escena, son cualidades que no puedo dejar aparte sobre la actuación. En la dirección vale la pena destacar una construcción muy justa y acertada de imágenes y metáforas escénicas con el manejo de la tensión dramática, del ritmo y de los contrastes traducidos en estados psico-emocionales. Pensando en herramientas desde el vestuario, luminotecnia y diseño espacial, solo puedo decir que cada elemento ayudó a una construcción armónica de la ficción.

Una increíble diversidad de facetas que abarca la obra desde la multitud de capas del conflicto: todo esto, y más son aspectos que me siguen resonando y me hacen pensar en el impacto que me dejó la obra. Un trabajo desde el corazón con un texto profundo, actuación maestra y dirección ingeniosa.

¿Cómo salí del Teatro 1887 aquella noche de junio? No estaba lloviendo. Aún así, dando unos pasos al atravesar la calle, no pude aguantar las lágrimas.

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