Soy una quisquillosa cuando alguien en Raíz Teatro propone un elemento de escenografía/utilería; siempre me verán preguntando: ¿Es esencialmente necesario? ¿Qué pasa si ese elemento no está?O ¿Se podrá cambiar por otro que aporte/mejore nuestro proyecto pero también al ambiente?
En Raíz Teatro, si son observadores, usamos las mismas sillas, mesas, bancos, muebles y otros elementos desde hace años. Quizá los retocamos (maquillamos) para cambiarle un poco el aspecto y que cumplan los objetivos de la puesta en escena; pero son los mismos que venimos usando años atrás.
Sí, algo hay en que los usamos para ahorrarnos unos pesos pero confieso que es sobretodo, porque parten de una premisa mía: si están ahí, si ya los tenemos: ¿Los podemos usar? ¿Nos funcionan? Si la respuesta es sí; los reutilizamos.
Con los años he aprendido a ser consciente del basureroen que convertimos a nuestra madre Tierraa través de la la historia. Como seres humanos, parece no nos importó (importa) llenarla de basura. Por suerte, en los últimos tiempos han existido estrategias y medidas para dejar de producir tanta basura; y también, darle una mejor gestión a nuestros residuos (reutilizar, reducir, reparar, reciclar, regular). Sin embargo, siempre he notado que en mi medio profesional no existe o no es tan imperativa esa gestión de residuos.
¿Qué hacemos en el medio teatral para gestionar nuestros residuos?
¿Qué hacemos con toda la utilería, esenografía y hasta vestuario, luego de una producción teatral?
Como profesionales, ciudadanos conscientes de nuestro ambiente: ¿Tenemos estrategias para gestionar nuestros residuos teatrales de manera individual o dentro de nuestras agrupaciones?
Hace unos días, terminando el I-2019 (primer semestre), en la Escuela de Artes Dramáticas (EAD) de la Universidad de Costa Rica; se hace una “limpieza general” por parte de la Asociación de Estudiantes para sacar “toda la basura” del semestre (Foto ilustrativa de esta nota). Llevo años (cada semestre), viendo kilos de kilos de basura y deshechos que los estudiantes simplemente dejan “por ahí”. “Basura” que dejan en la EAD sin hacerse responsables de sus propios residuos.
Y así como lo veo en la EAD también lo he visto en diferentes salas de teatro cuando pregunto por “cúmulos de cosas” esquineadosen algún lugar y me dicen: basura de la producción anterior. Se me parte el alma y me da pena ajena.
¿Qué podamos hacer?
¿Cómo mejorar en este aspecto?
Les dejo estas preguntas y ojalá tomemos acciones de manera individual pero también de manera colectiva para mejorar tanto nuestra labor profesional como el medio ambiente.
M. Ed. Katherine LaPey Peytrequín Gómez
Directora General y Artística Raíz Teatro